Al igual que los seres humanos, todas las empresas del mundo pasan por diferentes etapas de madurez en su gestión. Evolucionan con el tiempo, aprenden de crisis, alianzas bien y/o mal manejadas, la expansión de sus negocios, la creación de nuevos productos y/o servicios, necesidades generadas por agentes externos hacía la organización y un sin número de factores más.
La madurez no es algo homogéneo para todas las áreas de la empresa, puede presentar diferentes niveles por cada área o departamento de la organización.
Los niveles de madurez son divididos en dos grupos: internos y externos; Los primeros representan un 90% del total de empresas y son representados por el nivel de control y el de productividad. Los externos son representados por el nivel de relación y el de colaboración.
En el primer nivel la palabra clave es CONTROL. La empresa busca controlar, centralizar e integrar la información y/o procesos que tiene en diferentes áreas. Datos como la producción diaria, el inventario, cobranzas, ventas, etc. son datos que construirán la base para el desarrollo y crecimiento sustentable de la empresa para los próximos años.
Tener toda esa información controlada y centralizada permite llegar al nivel de PRODUCTIVIDAD. En esta etapa se busca analizar visiones y escenarios creados a partir de los resultados del ciclo anterior. El resultado de ese ciclo es la creación de una base histórica y analítica de la empresa, que ahora de manera organizada y a través de una metodología de gestión y seguimiento puede ser utilizada para generar nuevos planes de acción.
A partir del plan general de acción, la empresa continúa al próximo nivel de madurez: RELACIÓN. En éste la empresa iniciará su interacción con agentes externos hacia la organización, clientes, proveedores, inversionistas, gobierno y asociaciones, y lo hará con un agente interno: los participantes o empleados de la empresa, este nivel puede ser mejor descrito como la planeación, ejecución y seguimiento de los planes de acción referentes a cada uno de esos agentes.
La correcta administración de los resultados y programas del ciclo anterior permiten a las empresas evolucionar al siguiente ciclo: COLABORACIÓN. Este se define como la integración entre agentes externos y/o internos hacia la organización, para la creación de valor en procesos, productos y resultados para todos los involucrados. En todos los ciclos de madurez será necesario, principalmente para una Pyme, atreverse a romper muchos paradigmas, contar con el apoyo de consultores y usar diferentes herramientas de gestión y de tecnología.
¿Y su Pyme, en qué etapa se encuentra?
Rodrigo Nasser, Director General de TOTVS México