Un crédito no es inalcanzable para las PyMes pues las instituciones bancarias tienen en este sector a algunos de sus mejores clientes por lo que existen incluso productos financieros especialmente diseñados para estas empresas.
En el caso del banco Santander, estas son las opciones:
-Crédito PyMe. Es un préstamo simple en moneda nacional con plazos de hasta 36 meses para pagar a una tasa fija. El dinero que se obtiene puede invertirse en capital de trabajo o activos fijos como maquinaria y bienes inmuebles, en cuyo caso se requiere una garantía hipotecaria, la institución puede financiar hasta el 80% del valor del activo, antes del IVA.
Para acceder a este producto se requiere la aprobación del banco y la firma de un obligado solidario que preferentemente será el principal socio accionista de la empresa o negocio.
Las empresas con al menos tres años de operación pueden solicitar los dos tipos de crédito, es decir para Capital de Trabajo y para Activo Fijo, aunque la suma de ambos no puede exceder el millón de pesos.
– Crédito ágil cobertura. Se ofrece una línea de crédito revolvente, es decir, que puede renovarse al vencimiento de la deuda de acuerdo al comportamiento del cliente, con plazo de pago de 12 meses a tasa variable pero cuenta con una Tasa Tope que protege al cliente ante el alza.
El monto de préstamo puede llegar hasta 1.5 millones de pesos que deben destinarse a capital de trabajo, por ejemplo para sustituir créditos entre proveedores y obtener mejores condiciones de compra en insumos y materias primas.
Para liquidar la deuda se requiere de un pago mínimo mensual que será cargado a la cuenta de cheques relacionada no obstante realizar únicamente el pago mínimo implica liquidar en un plazo mayor, por lo que se recomienda realizar pagos superiores. En cuanto a los intereses si la tasa baja el cliente se beneficia pagando menos pero si la tasa sube pagará hasta el tope establecido.
Para su otorgación el banco solicita un obligado solidario al que no se le solicitará una relación de bienes patrimoniales.
– Crédito en cuenta corriente a tasa tope. Tiene las mismas características que el Crédito ágil cobertura pero con la posibilidad de establecer el monto en Moneda Nacional o Dólares.
El crédito puede ser de hasta 10 millones de pesos, maneja una comisión por apertura de 1.5%. Se establecen pagos mínimos para cancelar la deuda pero no se cobra comisión por pagos adelantados. Se requiere un obligado solidario con relación patrimonial para ser otorgado.
– Arrendamiento financiero. Es un instrumento a través del cual el banco adquiere un bien para conceder su uso a su cliente durante un plazo determinado, que en promedio va de los 12 y hasta 60 meses.
El cliente tiene que pagar una renta por el bien arrendado, monto que es deducible de impuestos. Una vez que termina el periodo de arrendamiento el banco ofrece la opción terminal de compra donde la institución factura el bien a un valor mínimo del 1%.
Este esquema obliga al usuario al pago de algunos cargos extras como la contratación de un seguro que cubra al bien, una comisión por apertura, mínimo de 1% y penas de por lo menos 5% si desea hacer prepagos. Además el IVA aplicado en todo el país es de 16%.
Ariadna Cruz