En el contexto presente, México como país, y cada uno de nosotros como personas, afrontamos la necesidad de ser creativos y eficientes para contribuir en las organizaciones en las que colaboramos. Al mismo tiempo, es imperativo retomar la senda del crecimiento y aprovechar la difícil situación que se ha vivido a lo largo del 2009 en particular, para salir fortalecidos en enfoque y capacidades.
Por esto, debemos integrar nuevas formas de agregar conocimiento, buscar y encontrar oportunidades, así como generar impulso a la innovación; y precisamente, un uso inteligente de las Redes Sociales de Internet (RSIs) nos proporciona una oportunidad para ello.
En la era del conocimiento, el valor que podemos generar a través de la participación abierta, puede significar una gran ventaja competitiva para las organizaciones que entiendan lo que significa desencadenar el poder de la red social con la que cuentan.
No podemos renunciar a lo que somos. Y en cierto sentido nadie puede despojarnos de esa identidad. Pero en la sociedad, nuestra identidad depende de lo que revelamos a otros, de la forma en la que aparecemos y proyectamos nuestra imagen.
En la sociedad moderna, si tú (persona u organización) no te encargas de construir y mantener tu identidad otros lo harán por ti. Los demás ocuparán el espacio social o profesional que quizás podría ser tuyo: si tú no tienes “Perfil” en Internet, otros se encargarán de proyectarte allí, pero como a ellos les parezca, no como tú decidas.
Por esto, si aún no tienes un “Perfil” en la o las RSIs que convengan a tu persona o tu organización, hazlo.
Si no tienes claras las reglas que adoptarás para participar inteligentemente en las RSIs, o no tienes políticas definidas, trabájalas.
Y considera que si no estás presente en el mundo de las RSIs, no existes. O al menos estás condenado a ser intrascendente para el mundo globalizado e interconectado del que México ya no puede ni debe desentenderse.
No nos podemos equivocar: el 73% de los profesionales en México ya tiene un Perfil dado de alta en una Red Social en Internet, y cerca del 50% conoce a alguien que ha encontrado o recibido alguna oferta de trabajo por ese medio.
No son sólo una moda adolescente. Están cambiando nuestra realidad social, y revolucionarán la economía y el mundo del trabajo, más de lo que lo hizo Internet en toda su historia hasta nuestros días.
Empresas, organizaciones civiles, instituciones académicas, gobiernos y en general todas las organizaciones humanas, son de hecho redes sociales. Y su relevancia se mide muchas veces por la capacidad que tienen de crecer su red, o de asociarse con otras redes sociales.
Mucho antes de la aparición de Internet en nuestra vida cotidiana, nuestra capacidad de vincularnos con otros, o de revivir vínculos anteriores, era ya un diferenciador importante, por ejemplo, para individuos buscando trabajo, empresas fidelizando o recuperando clientes, instituciones educativas incrementando su acervo intelectual y humano, o campañas políticas asegurando el apoyo ciudadano.
El poder que las nuevas tecnologías está revolucionando también la interacción social con fines profesionales y de negocio. La mayoría de los responsables de RRHH en las organizaciones mexicanas de todos los tamaños, piensa que las RSIs cambiarán procesos y funciones críticas en el futuro cercano, desde la comunicación institucional, el reclutamiento, hasta la gestión del capital intelectual.
En las organizaciones en México, según se muestra en este documento, tenemos por supuesto conciencia de la manera en la que la imagen corporativa, los esfuerzos de mercadotecnia y ventas, se verán también transformados por las nuevas herramientas, pero el liderazgo no se ha transferido aún al terreno de la interacción en las RSIs y el acceso, por diversos motivos, nos sigue provocando reservas que hasta el momento se materializan en restricciones de diversos tipos al acceso y uso de las RSIs en el trabajo.
Por ejemplo, el 38% de los empleadores en México no permite el acceso a RSIs y un 43% adicional lo limita. Hay quienes opinan que es por “miedo”, otros que por desconocimiento o falta de claridad al respecto del buen uso y las aplicaciones, no solamente de las RSIs, sino de Internet en general.
Sin embargo, tampoco podemos negar que las nuevas tecnologías nos han traído debates nuevos y nos están haciendo repensar nuestros paradigmas en muchos casos.
Ni la protección jurídica de los derechos de autor, ni la retribución económica vinculada a la colaboración, ni la referencia a filtros de calidad controlados por algunos pocos expertos, entre otros muchos fenómenos jurídicos, sociales, culturales o económicos, podrán permanecer tal como los conocimos en la sociedad industrial, antes de Internet y las RSIs.
El impulso de crecimiento de éstas no se detendrá en el futuro cercano, porque reducen el costo de mantener una relación, aunque no sea cercana y frecuente; porque son fáciles de usar y facilitan a individuos y organizaciones vincularse y revincularse.
Como reflejo de la riqueza inmensa del mosaico social, las RSIs crecen de manera fragmentada, como pulverizados están los intereses y dispersa está la interacción entre las personas y las organizaciones. Por ello, tanto en atención, como en tiempo y talento, las RSIs nos demandan ser selectivos y concretos.
Manpower
Es interesante como ha cambiado la manera en que nos comunicamos y transmitimos los mensajes. Una red social inició como un medio para conocer personas, ahora es posible utilizarla para diferentes fines, creo que lo que debemos saber ahora es qué datos e información debemos incluir en nuestros perfiles a fin de poder atraer mejores oportunidades laborales.
Que bueno que les interesó el estudio. En la siguiente página encontraran el estudio completo:
http://www.manpower.com.mx/sala/estudios_investigaciones.php?section=7