El Día de Reyes produjo un derrama económica de mil 350 millones de pesos, que fueron captados en su mayoría por las tiendas de autoservicio, departamentales y el ambulantaje, al registrar el 73% de las ventas en conjunto; mientras que los pequeños negocios se quedaron sólo con el 27%, informó la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope).
De acuerdo con un estudio realizado por el organismo empresarial, la falta de dinero obligó a las familias de escasos recursos a comprar juguetes usados en el comercio informal, aunque estuvieran “un poco sucios, deteriorados o rayados”.
El motivo: en los puestos ambulantes se podían adquirir muñecas Barbie en 25 pesos, carritos en cinco pesos, muñecos de peluche entre 10 y 30 pesos; así como muñecos Max Steel, Action Man o Bratz entre 50 y 150 pesos.
Así, los precios ofrecidos por el ambulantaje estuvieron hasta 60% por debajo de los que se exhibieron en los establecimientos regularizados. .
Ante dicho panorama, José Juan Rosas, presidente de la Canacope señaló que los mil 350 millones producidos en ventas por el 6 de enero se repartieron de la siguiente forma: 39% para el comercio informal – puestos callejeros, mercados y tianguis como los de Santa Martha, El Salado, San Felipe o Santa Cruz Meyehualco-, 34% para tiendas departamentales y grandes comercios especializados, y 27% restante para micro, pequeñas y medianas empresas.
Con 526 millones de pesos recaudados, la informalidad registró las ganancias más altas, porque vender juguetes de procedencia ilícita, de baja calidad e incluso tóxicos, les permite ofrecer los precios más bajos del mercado, indicó Rosas.
Además, “debe considerarse que no pagan impuestos ni gastos fijos como agua, luz y predial, lo que les permite ofertar” a costos más bajos, agregó.
En el caso de las tiendas departamentales, éstas acaparan un amplio mercado debido a que ofrecen gadgets a precios especiales, además de que pueden canjear vales de despensa o financiamiento, con lo que facilitan la adquisición de productos en sus establecimientos.
Un punto más a favor de los grandes almacenes es que en 2012, según la investigación de Canacope, el 70% de los niños pidieron a los Reyes Magos dispositivos de moda como teléfonos celulares, reproductores MP3, videojuegos portátiles, iPods y consolas; mientras el 29% solicitaron juguetes prescolares, didácticos, ropa, dulces, bicicletas o patines, y tan solo el 1% quiso yoyos, trompos, carritos de madera, muñecas de tela o canicas.
Entonces, aunque el 6 de enero representa un aumento de ventas, al pequeño comercio le resulta complicado enfrentarse a la alta presencia publicitaria y estrategias comerciales de los grandes comercios, comentó el presidente de Canacope.
Finalmente, el estudio del organismo empresarial estimó que el gasto promedio en juguetes fue de mil 500 pesos, aunque si los padres de familia regalaron gadgets, la suma se incremento hasta 3 mil pesos.
Karina Hernández Barrera