Con el fin de reivindicar al tradicional barrio de la Lagunilla y dar impulso a las actividades económicas que ahí se desarrollan, el Gobierno del Distrito Federal, en coordinación con la AMALCH, organizó la Feria del Mueble 2012, en la que participaron comerciantes de la zona, ofreciendo artículos y enseres diversos con hasta un 60% de descuento.
Artículos de madera, infantiles, tubulares, de cocina; lámparas y candiles; productos de piel; marcos, molduras y óleos; flores artificiales y fuentes; además de herramientas y acuarios; integraron la exposición, que se realizó del 26 de abril al 10 de mayo en el “Mercado de Varios 3”.
La Feria surgió hace tres años, por iniciativa de los propios comerciantes, quienes se han esforzado en demostrar que la Lagunilla es un lugar seguro y con una atractiva oferta mercantil, a través de la organización y colaboración en diversos eventos sociales como la magna fiesta de XV años encabezada por el GDF.
En su tercera edición impulsada por la Asociación de Muebleros y Artesanos de la Lagunilla (AMALCH), el Fideicomiso Centro Histórico, la Autoridad del Centro Histórico y la delegación Cuauhtémoc, también se desarrollaron diversas actividades culturales, a fin de recuperar la atención de las nuevas generaciones, quienes pudieron conocer las tradiciones del barrio y adquirir a buen precio productos 100% mexicanos.
Este año, la Feria se desarrolló en toda la zona comercial que abarca el Eje 1 Norte Rayón, Allende, República de Honduras y República de Brasil, donde se ofrecieron descuentos de entre 10% y 60% en todos los productos exhibidos.
Araceli Villanueva Campirán, representante del “Mercado de Varios 3”, dijo que quienes adquirieron los productos que se comercializaron, tienen la garantía de haber adquirido productos fabricados por la gente experta del barrio, que ha transmitido sus conocimientos de generación en generación y que también han aprendido a mantenerse en la vanguardia de la oferta.
Por su parte, el director general del Fideicomiso Centro Histórico, Inti Muñoz Santini, destacó la fortaleza de la Lagunilla, ya que aun cuando el Centro Histórico pasó por una crisis urbana que lo tenía deteriorado, la popular zona ha mantenido su vitalidad.
“Esto es gracias a quienes viven y trabajan en ella; que salen todos los días a ganarse la vida con una actividad económica muy importante para la ciudad que está relacionada con la fabricación de muebles, artesanías y de la industria del vestido”.
Karina Hernández Barrera