“¿Recuerdas cuando empezaste con un pequeño local y cuatro mesas?”, esta es una pregunta que los clientes de Asado del Valle le hacen frecuentemente a su dueño, Humberto Morales, para evocar los recuerdos de un negocio que se convirtió en una franquicia y hoy cuenta con dos sucursales bien consolidadas.
“Al principio regalábamos pedazos de pizza en la avenida Félix Cuevas… y también llegué a repartir volantes afuera de las iglesias para atraer clientes, pero nadie llegaba”, relató el señor Morales en entrevista a Pymempresario.
Aunque el público tardó en responder, la perseverancia mostrada rindió frutos y, a los dos meses “de tantos comensales tuvimos que ir traspasando hasta seis locales más”, aseguró el empresario.
Al preguntarle cuál ha sido el secreto de su éxito, Humberto señaló que el sabor, la calidad, los precios y sobre todo, el servicio.
“En México no estamos acostumbrados a poner mucha atención en este aspecto. Pero como dice nuestro asesor: si te están pagando, pues haz bien tu trabajo”.
Con base en esta perspectiva, Asado del Valle inició su consolidación hasta convertirse en una franquicia. Actualmente cuenta con un establecimiento matriz en la calle Amores, una sucursal en Nápoles y próximamente inaugurará otra más en Coyoacán.
La expansión se vio impulsada tras contratar los servicios de una consultora (Alcázar y Compañía), que les recomendó modernizar sus operaciones introduciendo un software de gestión para brindarles puntos de venta inteligentes.
“Cuando instalé este nuevo sistema todos los empleados protestaron porque ignoraban cómo utilizarlo, pero ahora no podemos vivir sin él. Si no lo hubiéramos tenido jamás habríamos llegado hasta donde estamos”, señaló Humberto.
Los beneficios que el cambio les trajo, utilizando pantallas touchscreen, estaciones de meseros, control de inventarios, etc., se vieron reflejados casi inmediatamente.
“Ahora sí quiero puedo tomarme un fin de semana libre confiado en que el negocio marchará bien”, comentó el señor Morales.
Pese a los buenos resultados, la aplicación de innovaciones no se detiene pues, continuó Don Humberto, ello representa graves riesgos: “Como decía un amigo, cuando ya más o menos te estás estableciendo en un negocio, te aflojas”, ya no inviertes el mismo esfuerzo ni las ganas que al principio.
Por eso, aunque acepta haber convertido su negocio en una franquicia como recomendación de sus clientes, ahora él mismo decidió abrirse a nuevos mercados, añadiendo productos tales como vinos de marca propia y carnes originarias de Uruguay, esto le permitió a Asado del Valle obtener la certificación del Instituto Nacional de Carnes de aquél país. Igualmente, Don Humberto confía en que su establecimiento recibirá la certificación ISO 9000 este año.
Mientras eso sucede, el señor Morales sigue en pláticas con al menos tres empresarios que desean adquirir su franquicia.
Para finalizar, el dueño insistió: “Nuestro secreto es el servicio. Gracias a él los clientes nos recomendaron y ahora la gente se siente parte del negocio, porque crecimos juntos.”
Si te interesa conocer más sobre Asado del Valle o quieres adquirir una franquicia, consulta su página: http://www.asadodelvalle.com.
Karina Hernández Barrera