• Mantén tu espalda recta, que esté siempre apoyada en el respaldo de tu asiento.
• Ten las piernas en una postura cómoda, manteniendo siempre los pies en el suelo.
• Trata de tener todo lo que necesites cerca, para no hacer movimiento forzados para alcanzar algo que se encuentre más lejos.
• Coloca el monitor frente a tí de forma que no tengas que girar la cabeza.
• Ajusta tu asiento de modo que los codos queden a la altura de la mesa y del teclado.
• Orienta la pantalla evitando reflejos, puedes hacer uso de persianas o cortinas para ayudar a evitar el reflejo de la luz solar.
• Sitúa la pantalla por debajo de la horizontal de tus ojos, a unos 40-60cm.
• Realiza pequeñas pausas periódicas para prevenir fatiga visual y tensión muscular.
• Beber agua, dar pequeños paseos y observar escenas lejanas pueden ayudarte.
Redacción