Los resultados identificados por la décima segunda encuesta del Barómetro de Empresas Deloitte, revela un optimismo creciente entre los empresarios en relación al entorno de negocios. Asimismo, su análisis en relación con la trayectoria de sus empresas durante el 2009 y sus expectativas para el 2010, sugieren que la recesión de la economía de México ya terminó.
En la encuesta de diciembre de 2009, en lo referente al entorno de negocios, los encuestados confirmaron sus expectativas de mejoría: cuatro de los cinco indicadores evaluados (disponibilidad de crédito, situación económica, clima de inversiones y empleo) mostraron un avance sustantivo, mientras que el indicador seguridad permaneció sin cambio.
Así, la evaluación promedio dada al entorno comparativamente de diciembre 2008 a diciembre 2009 da un cambio positivo al pasar de 9% a 27% respectivamente.
Sin embargo, los empresarios mostraron mayor cautela en su optimismo con sus expectativas en relación con el futuro a 12 meses del país, incrementándose versus el trimestre anterior (septiembre) con excepción del clima de inversiones, único indicador que disminuyó.
En diciembre 2009, 62.8% de los ejecutivos esperaba elevar la producción de sus empresas para el año 2010, pero sólo el 40.5% dijo que tendría más personal. Un 44.5% de las empresas incrementará los precios de sus bienes y servicios, siendo que en septiembre 2009 40.4% dijo que lo haría.
De hecho, las empresas continuarán invirtiendo, no obstante que los ejecutivos observan con cautela la evolución futura de los indicadores, y en especial prevén un menor avance en el clima de inversiones en los próximos 12 meses. La encuesta muestra indicios de expectativas favorables, ya que más del 30% de los ejecutivos está dispuesto a continuar con proyectos previos, una proporción mayor al 20% realizará nuevas inversiones, y sólo un número limitado de empresas (menos del 9%) ha analizado reducir sus inversiones en 2010 en proyectos planeados previamente.
Aún cuando descendió contra el trimestre anterior (32.9% en diciembre 2009 vs. 38.3% en septiembre 2009), los desacuerdos políticos (internos) siguieron representando la principal amenaza para la economía mexicana en los próximos meses. Particularmente en diciembre repuntó la preocupación por la desaceleración norteamericana (31%), mientras la inseguridad (22%) continuó manteniéndose en la tercera amenaza para la actividad económica en voz de los ejecutivos encuestados.
Será importante seguir el desempeño de la percepción con respecto a la caída del petróleo, amenaza que ha venido incrementándose como una relevante en el entorno para los empresarios desde marzo del 2009, y que se mantiene ya en el orden de los dos dígitos desde el trimestre anterior.
En cuanto a la gestión del Gobierno Federal, la percepción de los ejecutivos no mejoró y su evaluación en torno a siete de ocho aspectos en el último trimestre de 2009 ha sido la más baja desde que inició el Barómetro (30 puntos en la escala 0-100). Sólo mantener la inflación bajo control (69 de calificación) mostró avances, lo que es coherente con la percepción de sólo un 2.9% de los encuestados identifica a la inflación como una amenaza para la economía.
No obstante lo anterior, es de notar que casi la totalidad de los encuestados (96.8%) aprobó la medida gubernamental de extinguir la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.
En cuanto a inflación y tipo de cambio, los empresarios participantes en la duodécima encuesta Barómetro vertieron sus pronósticos. La mayoría de los directivos señaló que dentro de un año el precio del dólar estará por arriba del 13 pesos, siendo la opinión más frecuente (41.9%) que se situará entre 13.51 y 14 pesos.
En el otro rubro, tanto para 2009 (57%) como para 2010 (50.1%), la mayoría de los ejecutivos consideró que la inflación se ubicaría entre 4 y 5%, siendo su pronóstico del 2009 más pesimista que el dado por Banco de México en su momento (3.8%), y el de 2010, por el contrario, más optimista que la cifra proyectada por la misma entidad (5.04%).
Impacto de las medidas fiscales
En esta ocasión, Barómetro consultó a los empresarios sobre los impactos de tres medidas fiscales particulares. Se solicitó indicar el grado de afectación (bajo, medio, alto) previsto para la empresa del incremento sobre el Impuesto sobre la renta (ISR), el incremento al Impuesto sobre Depósitos en Efectivo (IDE), y el cambio en las reglas de consolidación fiscal.
41% de los empresarios indicaron un impacto bajo en relación al ISR, mientras que un 45% lo señaló como medio y alto, lo que señala posturas aún divididas al respecto. Es de notar que un 14% indicó no saberlo aún en diciembre 2009, por lo que aún hay empresarios que no habían concluido sus análisis y escenarios al estar a la espera de mayores datos.
Sólo un 23% indica un impacto alto por el IDE, mientras un 55% lo señala bajo, lo que se interpretaría como una práctica que ha ido cambiando en la gestión de las empresas.
Lo que si se identificó como una afectación contundente es el cambio de las reglas de consolidación fiscal: 41% señaló un impacto alto, un 37% un impacto medio y sólo 17% lo estimó como bajo.
Alterar las reglas del juego a mitad del camino no es una señal positiva para los inversionistas no sólo nacionales, sino extranjeros, y que obstaculiza el crecimiento del país por la incertidumbre que genera. Hoy las previsiones de los negocios tendrán que ser revisadas y por consiguiente tendremos que ver cómo cambian los planes de negocio y los efectos.
Los resultados de la décima segunda encuesta trimestral del Barómetro de Empresas, refleja una mejora en el optimismo pero identifica algunos aspectos que preocupa en ánimo de los hombres y mujeres que están en la batalla diaria de la actividad económica. La relación entre una percepción baja del clima de inversiones, la falta de acuerdos políticos y el cambio de reglas en la consolidación fiscal, son aspectos que generan incertidumbre y que deben ser comprendidos por los actores que están definiendo no sólo el rumbo del país, sino sentando las bases para el México de las décadas venideras.
Deloitte