La modernidad, la tecnología, la globalización entre otros factores, obligan a las empresas y a sus directivos a llevar las riendas con inteligencia, ejercer el liderazgo de manera integral.
Para ello, Silvia Damiano, Fundador y CEO del About my Brain Institute estudia desde el 2009 el concepto “Neurociencia”, en dónde descubrió que los cerebros más entrenados tienen mejor disposición para ejercer el liderazgo. “Cuando hablamos de un líder no solo estamos hablando de una cabeza de empresa, todos podemos ser líderes, por ejemplo, el ama de casa es líder en su familia. Son todas aquellas personas que dejan huella”, explica Ricardo González, Director de Desarrollo en The Attitude Group.
Pero ¿Cómo se aplica la Neurociencia al liderazgo actual?
Todo cambia a través del tiempo, el liderazgo no es la excepción, “anteriormente, en la era industrial, uno de los aspectos de más valor para los líderes era el control. La persona que dirigía la empresa solía ser multitemático y estaba más concentrado en las tareas más que en las personas y creía ser el único que sabía, la retroalimentación con los colaboradores y con los clientes era inexistente. Ahora sabemos que las empresas que siguieron en ese esquema desaparecieron”, comentó González.
Posterior a esta era llega la era de la información en la que quien mandaba era el que tenía más conocimiento y el que era visionario. Es en este momento cuando los líderes comienzan a poner más atención en las personas, dejan la mesura a un lado y el “yo sé” se transforma en “nosotros sabemos”. Esto hasta llegar a la actualidad, a la era de la imaginación en donde surgen los Neurolíderes, empoderados por las ideas y por su creatividad. Aquí la mente ocupa un papel muy importante, además de mostrar vulnerabilidad y ser humano, describió el experto.
Bajo esta premisa, Silvia Damiano creo el modelo i4, (Integración, Inspiración, Imaginación e Intuición), Son las características que requiere el Neurolíder.
El Neurolíder para la era de la Imaginación requiere integrar, inspirar, tener una gran imaginación e intuición.“Cuando hablo de integración me refiero al funcionamiento eficaz de los diversos componentes del cuerpo y del cerebro para que resulten en un sistema saludable. Lo cual lleva al rendimiento. ¿Qué tanto alineas la mente con el corazón y las emociones?”, comenta González.
De acuerdo con el directivo, la inspiración es la energía, el entusiasmo. Es estar mentalmente estimulado. Hablar de inspiración es hablar de colaboración, pasión y confianza, además de fomentar la comunicación y abordar los problemas de manera inteligente. Tener un enfoque más allá de uno mismo.
La siguiente “i” se trata de la imaginación, es decir, la innovación. Es hablar de determinación, curiosidad, resiliencia, honestidad y actitud de líder. Por último la intuición, ¿qué tanto le haces caso a tu intuición? la presencia, el aquí y el ahora, la forma como se prioriza.
Este modelo se enfoca en mejorar la forma como trabajamos con nuestro cerebro. “Para las personas que no pueden dominar su mente, trabajan con Yoga, Tai Chi y aquellas técnicas que favorecen a desarrollar el cerebro y de esta manera lograr Neurolíderes exitosos”, concluyó Ricardo González.
Fernando Heredia/Ivonne Álvarez
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