Como todos sabemos en las últimas décadas se ha producido un deterioro ambiental que podemos notar en el cambio de los fenómenos naturales, tanto sequías como lluvias exacerbadas; aumento de la temperatura de los océanos que está derritiendo los polos y afectando seriamente la vida acuática y la terrestre, ahora la pegunta es ¿cómo podemos evitarlo?
El llamado progreso económico que inicia con la revolución industrial, a nivel mundial se ha llevado a cabo sin considerar la finitud de los elementos de la naturaleza, es evidente la deforestación en regiones de África y de América cuya consecuencia medioambiental son los cambios climáticos y a nivel social son aumento de la pobreza al convertirse en tierras no productoras de alimentos.
La Organización de las Naciones Unidas ha propuesto dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible el objetivo 12 Producción y Consumo Responsables que contiene 8 metas a cumplir de acuerdo con el tipo de producto que desarrolla la empresa y al nivel de desarrollo de esta, así como del país en el que se encuentre.
En los datos y hechos que presenta la ONU pronostica que para el año 2050 que rebasemos los 9,600 millones de personas, se requerirán 3 planetas para satisfacer las necesidades actuales de todos, es por eso que propone las metas a cumplir al año 2030 para evitar o mitigar caer en esta situación, el cambio en los hábitos de consumo ya inició, son los jóvenes conscientes de esta situación los que cada vez con mayor frecuencia buscan productos y servicios sostenibles.
Como empresas es necesario hacer un cambio en la producción de los productos para poder sobrevivir. Las empresas comprometidas con la mitigación al daño ambiental deben repensar la producción para convertirla en sostenible, por supuesto sin dejar de lado el crecimiento económico de la misma empresa aumentando la eficiencia de los recursos en la búsqueda de una economía verde.
La meta 12.2 nos invita a lograr una gestión sostenible y el uso eficiente de los recursos naturales, las características de este sistema de gestión son en primer lugar: la mejora continua que se resume en ciclo “Planificar-Hacer-Verificar-Actuar”; Compromiso y liderazgo de la dirección que apoye los esfuerzos que se emprendan; Participación y comunicación con los grupos de interés y por último Transparencia.
Una vez diseñado el producto se deben considerar elementos como son el tipo de energía que se utilizará para la producción, buscar entre las opciones renovables como la solar o la eólica es una buena alternativa, el consumo dentro de la planta como en las oficinas considerar el uso de bombillas eficientes. Al estar al frente de una Pyme el alto costo de estas opciones puede ser un contratiempo por lo que se deben buscar alianzas con productores de este tipo de energía. En el caso de que se requiera agua para la elaboración del producto se deben diseñar formas de almacenamiento y reutilización del elemento, cosecha de agua de lluvia, entre otros.
Uno de los puntos más importantes al diseñar un producto debe ser el planear su disposición final, la economía circular nos pide productos que alarguen su vida útil ya sea por reparación o re-uso y reciclaje principalmente para eficientar el uso de los recursos naturales utilizados, al terminar esta vida útil se debe pensar cómo será la disposición final de los elementos que componen el producto ya que esta es una de las principales causas de contaminación ambiental.
Reducir los desechos es una de las metas más importantes del objetivo 12 y los empresarios, emprendedores y prestadores de servicios estamos llamados a cumplir no importando el tamaño de la empresa.
Si nos ocupamos en cumplir este objetivo no solamente contribuiremos a la mitigación del daño ambiental sino también a la reducción de la pobreza.
Mtra. Montserrat Ortiz Guitart, Académica de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México
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