El mes de mayo está por finalizar y se acerca la fecha límite para que las empresas cumplan con el reparto de utilidades o PTU (Participación de los Trabajadores en las Utilidades). Este derecho laboral debe ser otorgado a los colaboradores, de acuerdo con el artículo 122 de la Ley Federal del Trabajo, dentro de los 60 días posteriores a la presentación de la declaración anual de impuestos; esto es, a más tardar el 30 de mayo y, en el caso de las personas físicas, el 29 de junio es el último día.
El reparto de utilidades es una prestación que reconoce el valor del recurso humano en el cumplimiento de los objetivos empresariales y el crecimiento de la organización. Las compañías tienen la obligación de pagar el 10% de las utilidades anuales a sus trabajadores, por haber contribuido a las ganancias generadas durante el último año.
Una vez determinado el monto de la utilidad a repartir, éste debe dividirse en dos partes iguales:
La primera se divide por igual entre todos los empleados, considerando los días laborados de cada uno, independientemente del monto de su salario.
La otra mitad se reparte en proporción al monto salarial por el trabajo prestado durante el año.
Hay casos especiales en los que el monto de la PTU no excederá de un mes de sueldo del trabajador, como es el caso de las sociedades civiles, personas que se dediquen al cuidado de bienes, que produzcan rentas o que se dediquen al cobro de créditos e intereses.
Derivado de lo anterior, es importante que se capturen y procesen los datos de forma exacta para asegurar un correcto reparto de utilidades. Frente a este reto, las herramientas tecnológicas permiten a las empresas evitar errores en el cálculo, disminuir sus cargas de trabajo y estar al día con las disposiciones fiscales.
Sin embargo, la adopción de tecnología aún es baja entre los pequeños y medianos empresarios. De acuerdo con un reciente estudio realizado por Aspel –firma de soluciones administrativas para la automatización de las empresas–, el 71% de las PyMEs en el país no utiliza algún software para la realización de la nómina o para emitir recibos de pago electrónicos.
“Administrar la nómina y los aspectos del capital humano de forma manual implica la generación de posibles errores en la captura de la información y una pérdida significativa de tiempo al tener que reprocesar los cálculos. Por ello, es indispensable que los empresarios se apoyen con un software especializado, como Aspel NOI, que les permita agilizar y automatizar los procesos, realizar los cálculos con exactitud y cumplir en tiempo y forma con sus obligaciones fiscales y laborales, como es precisamente el pago de la PTU”, explicó Luis Velasco, Estratega Contable de Aspel.
El sondeo también arrojó que las PyMEs que sí utilizan algún sistema de nómina señalan como los beneficios más relevantes:
- La eficiencia en el cálculo de retenciones de ISR y aportaciones de Seguridad Social (34%).
- Exactitud para el cálculo de la nómina (29%).
- Facilidad de uso y ahorro de tiempo (23%).
- Generación y envío de forma masiva de recibos de nómina electrónicos (14%).
En el contexto de las PyMEs mexicanas, el uso de soluciones administrativas es determinante para su desarrollo y competitividad, ya que controlan y automatizan los procesos de negocio, evitando duplicidad de actividades y simplificando el trabajo y las ayudan a tomar decisiones clave y a cumplir de forma correcta con sus obligaciones, lo que deriva en un impacto positivo en su productividad y crecimiento.
Redacción
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