Ser jefe no es un atarea fácil, hay que prospectar las metas y además impulsar al equipo de trabajo a conseguirlas, dirigir un área de la empresa es más que gritar órdenes.
Las malas actitudes y el abuso de poder son las conductas de un superior que más afectan la gestión empresarial, ya que disminuyen la confianza de los empleados y provocan baja productividad laboral.
Aquí algunas actitudes a evitar siendo jefe, según Carlos Aguilar, Especialista en Administración de Empresas por la niversidad Autónoma Metropolitana.
1. Promesas incumplidas: Es una estrategia común que utilizan los superiores para obtener beneficios adicionales de los empleados. Y aunque en un principio logran su cometido, después de cierto tiempo la relación laboral se desgasta y crea en el empleado un sentimiento de frustración y desengaño. Si no se tiene la certeza de poder cumplir el incentivo o beneficio que se prometió, es mejor quedarse callado.
2. Comparar no siempre es bueno: Las comparaciones tienen un doble impacto, ya que ésta puede ser humillante y bajar la moral del afectado y de quien sea testigo del hecho
3. La desconfianza como norma: Tener un control excesivo en los empleados envía el mensaje de que son incapaces de hacer cualquier tarea. Lo mejor es darles la confianza suficiente para expresar libremente sus ideas, te sorprenderán los resultados.
4. Apropiarse de méritos de los empleados: Esta práctica, además de desleal, enoja y desmotiva a los empleados. Un verdadero líder es aquél que facilita o propicia el desarrollo, el mejor desempeño y la realización profesional de los trabajadores bajo su mando.
5. Las exhibiciones innecesarias de poder: En cualquier caso el culto al ego puede resultar nocivo para los subordinados cuando éstos ven afectada su dignidad personal o profesional. La arrogancia, la presunción de infalibilidad, la exhibición de privilegios, las decisiones porque lo digo yo afectan la productividad y terminan con el respeto al líder.
6. La irritabilidad permanente: Ante un jefe irritable, neurótico, ansioso, el empleado se siente bloqueado y disminuye su concentración. No olvide que el autocontrol, la receptividad y la resistencia a la adversidad son cualidades necesarias en los directivos.
Para ser un buen jefe, es indispensable dar a todos los empleados un espacio de diálogo, escuchar sus ideas, felicítalos por sus iniciativas y logros, así podrán avanzar más rápidamente hacia la meta común.
Adriana Maass
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