Los psicólogos frecuentemente centramos nuestros esfuerzos profesionales en identificar patologías, problemas, conflictos, inseguridades… El objetivo principal suele ser el de buscar maneras de transformarlos en tranquilidad y equilibrio, y a ser posible consiguiendo que la persona aprenda y ponga en práctica soluciones por sí misma. Cada problema individual nos da diferentes caminos para alcanzar el bienestar, pero todos confluyen en puntos comunes:
equilibrio mental
Diez consejos para mantener el equilibrio mental
Todos vivimos en la cuerda floja de la salud anímica. Para conservarla es esencial reconocer los síntomas leves iniciales y cultivar las actitudes que favorecen la serenidad.
1- Aumenta la autoconfianza: Las personas con más equilibrio son las que confían en sus posibilidades, se plantean objetivos realistas y no desfallecen ante los fracasos.