Hasta hace muy pocos años, el departamento de Recursos Humanos de las organizaciones funcionaba como un simple departamento mecánico cuya responsabilidad consistía en calcular la nómina y en contratar personal, lo cual lo hacía suponer que se trataba de un área simplemente técnica. Hoy, gracias al mundo globalizado y a la visión competitiva de las empresas, este pensamiento ha cambiado radicalmente.