A medida que las compañías se apresuran para aprovechar la adopción masiva de teléfonos inteligentes (smartphones) y el rápido desarrollo de las nuevas tecnologías para ofrecer servicios de pagos mediante dispositivos móviles, los directivos de empresas a nivel global consideran que el uso de un teléfono celular o un dispositivo móvil para realizar pagos o llevar a cabo transacciones bancarias requerirá cuatro años para ser ampliamente aceptado por los consumidores, de acuerdo con una encuesta realizada por KPMG International.