En el marco de la Semana Nacional Pyme, Arturo Sánchez, consultor de la empresa Desarrollando Líderes, exhortó a los empresarios a fijar sus propias metas y decidir cuándo y cuánto les costará alcanzar sus objetivos, pero consiente de que no depende sólo de ellos compartió algunas herramientas para reforzar las habilidades de negociación.
Antes que nada hay que entender que la negociación significa realizar un esfuerzo de interacción para lograr un beneficio, así los factores que definen a un negociador son la sensibilidad para percibir los beneficios, pues si no los ve no puede ir por ellos, la capacidad de encontrar los beneficios y finalmente pedirlos de forma adecuada.
Como ejemplo de esto aseguró que cualquier persona puede mejorar su tasa de interés sin importar el banco o la tarjeta, el consultor recomienda hacer un esfuerzo para dejar la cuenta sin adeudo entonces llamar para cancelarla y la institución, con tal de conservar al cliente ofrecerá al menos tres opciones para mejorar su tasa de interés.
Un consejo más es tomar en cuenta que tres de cada cuatro compradores acuden a un punto de venta en busca de innovación y precio sin tener una marca definida, es más quien tiene una marca en la mente usualmente suele cambiar su idea por recomendación del vendedor.
Independientemente de estos consejos dejo claro que lo primordial para un empresario debe ser conocerse a sí mismo y a su empresa para elegir las competencias que desea desarrollar recordando que estas se pueden adquirir en cualquier etapa de la vida.
Bajo la premisa de que fracasar es no internarlo el consultor enfatizó la importancia de rodearse de personas con distintas ideas pero siempre con empuje y actitud que pueden llevar a un negocio exitoso.
En su opinión existen tres tipos personalidades, las personas círculo que se cuestionan el para quién, cómo y con cuánto, las triángulo que son personas imaginativas y por último las cuadrado con la interrogante de con cuánto lo hacemos, y una combinación equilibrada de estas actitudes dan como resultado una empresa en ascenso.
Hay que tener claro que la cultura organizacional depende de los valores que tengan sus miembros y aún más, del dueño quien deberá tener una visión a largo plazo si pretende crecer su negocio.
Por último Sánchez recalcó “hay que saber qué es lo que quiero y no tener creencias negativas, tú eres lo que quieres ser”.
Ariadna Cruz