En las últimas rondas de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) poco se ha avanzado, y cada vez es más evidente que su futuro se basará en la decisión de EE.UU. de reducir las “medidas tácticas”.
La quinta ronda de renegociación del TLCAN concluyó sin avances significativos. Como se esperaba, se caracterizó por las conversaciones técnicas y la revisión de las propuestas controversiales que el equipo estadounidense estableció en las mesas anteriores. La ronda 5.5 tuvo algunos avances en temas como anticorrupción, facilitación comercial, comercio digital, procedimientos aduaneros y telecomunicaciones, entre otros.
La voluntad de EE.UU. de seguir negociando después de marzo, el resultado de las elecciones presidenciales en México y las elecciones intermedias de EE.UU., tendrán un efecto en el futuro de la renegociación. En un escenario donde esta no se resuelva, el marco original del TLCAN se mantendría, aunque bajo mayor incertidumbre, lo cual probablemente lastimaría la inversión y disminuiría el comercio en la región.
Entonces, ¿hay que esperar y ver qué sucede?
Con una incertidumbre sobre la meta final que probablemente se extenderá por lo menos hasta el primer trimestre de 2018, o incluso después, esperar y ver la dirección de los acontecimientos antes de emprender alguna acción puede resultar completamente apropiado, en tanto que se tenga un plan y se esté preparado para actuar.
Dado que parte de la planeación del escenario se realiza con anticipación, por regla general no es incorrecto esperar mayor claridad sobre el estado final, sin embargo, se recomiendan algunas acciones (por ejemplo):
- Revisar que los modelos de negocios sigan teniendo sentido en vista de los cambios acordados para el TLCAN
- Planear las comunicaciones del TLCAN, incluyendo el compromiso con los grupos de interés
- Considerar si las propuestas a clientes y de marca funcionan con una retórica de “Hecho en” (y posiblemente con los respectivos cambios de política)
- Revisar los procesos TLCAN actuales, declaraciones y certificados de origen para ayudar a asegurar el cumplimiento total, dado que hay un mayor escrutinio y verificaciones por parte de las autoridades
- Evaluar el efecto en el inventario, la huella de fabricación, contratos, propiedad intelectual o sistemas y procesos
- Cuantificar el efecto del costo por unidad de los cambios a las normas laborales y ambientales
- Considerar si se necesita implementar un nuevo plan de logística
¿Qué decisiones útiles pueden tomarse en este momento?
Hoy es posible tomar decisiones o emprender acciones a un costo o con un efecto operativo mínimos, que incrementen el grado de preparación de los negocios para mitigar, o aprovechar, los posibles cambios que se efectúen al TLCAN.
Así que mientras espera más claridad sobre el estado final de las negociaciones, también es recomendable:
- Identificar a la persona o posición en la organización encargada de supervisar y coordinar las acciones necesarias
- Analizar la estrategia desde una perspectiva general, ante escenarios posibles, alternativas viables, casos improbables o los peores contextos. Esto no necesita ser extenso ni complejo, sino que ayude a asegurar que la empresa está lista para actuar, cualquiera que sea el resultado
- Como parte de esto, identificar los componentes del negocio que están dentro del alcance del TLCAN: ¿qué productos se benefician de las tarifas del TLCAN y cuáles son sus costos en comparación con las tasas de nación más favorecida (MFN) o tratados de libre comercio alternativos? ¿Qué porcentaje de los empleados requieren una visa? Asimismo, hay que considerar los efectos indirectos en la cadena de suministro: por ejemplo, ¿los proveedores dependen ampliamente de partes o mano de obra mexicanas, estadounidenses o canadienses?
- Considerar si es necesario tener apoyo en relaciones públicas para hacer llegar los mensajes corporativos
- Asegurarse de tener en cuenta la posibilidad de un impacto futuro en el transcurso de cualquier actividad de revisión o planificación comercial prospectiva; por ejemplo, la estrategia de precios hoy podría ser bastante diferente a la luz de posibles cambios
En este sentido, un tema a tener en cuenta es la reforma fiscal de EE.UU. (la más importante en 30 años), además de los cambios en la tributación transfronteriza que son los más significativos desde principios de la década de los sesenta, cuando se promulgó el régimen estadounidense de Control de Corporaciones Extranjeras.
Esto significa que cualquier negocio con comercio transfronterizo necesitará revisar su cadena de suministro y verificar el efecto que sobre él tendrá la reforma, considerando siempre que esté en línea con la planeación de escenarios sobre el TLCAN. Cada vez que se considera la realización de cambios en el flujo de bienes o servicios a partir de una perspectiva de planeación tributaria de ingresos, temas relacionados con el comercio y las aduanas deben ser parte integral del plan de trabajo.
Estamos viviendo cambios sin precedentes en las cadenas de suministro, por lo que es el momento de actuar.
César Buenrostro, Socio Líder de Comercio Internacional y Aduanas de KPMG en México
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