Aunque las perspectivas de la economía mexicana no han cambiado, en cuanto a la caída en el PIB de 7.0 por ciento este año y una recuperación de 3.0 por ciento en 2010, la inflación entre 4 y 4.5 por ciento y el tipo de cambio cerca de los 14 pesos, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), se pronunció por las reformas estructurales que mejoren la recaudación fiscal
Lo más significativo que estamos viendo es la percepción de que la economía ya tocó fondo y que la recuperación ya empezó, debido fundamentalmente a los signos de recuperación de la economía norteamericana cuyos indicadores se comportan por arriba de los 50 puntos, señaló en conferencia de prensa el Presidente del Comité de Estudios Económicos del organismo, Jonathan Heat.
Aunque los analistas están escépticos ya que dicen que será difícil hablar de una recuperación sin que el mercado de vivienda en Estados Unidos no toque fondo e inicie una recuperación, para el IMEF, implica una recuperación significativa en el tercer trimestre de este año y posteriormente crecimiento relativamente bajos, aunque positivos para los siguientes cinco trimestres.
A pesar de la caída drástica en la actividad económica este año, dijo, la reducción en la inflación no es tan pronunciada como en otros países, e insistió en que una de las debilidades más grandes de la economía mexicana es el estado de las finanzas públicas, asimismo, se dijo preocupado de que las autoridades no lleguen a un acuerdo en cuanto a una reforma fiscal integral.
En cuanto a entorno fiscal, debido a la caída de 480 mil millones de pesos en los ingresos del país durante este año, el presidente del Comité de Estudios Fiscales del organismo, Francisco Macías Valadéz Treviño, dijo que la situación deja un Presupuesto de Egresos y a una Ley de Ingresos para el 2010 en condiciones que se sustentará en un déficit moderado, medidas de ingreso y de administración tributaria, constituido en un recorte de gasto público, sin afectar el combate a la pobreza.
Para el proyecto de Ley de Ingresos, el IMEF considera que deberá incluirse también el tema del Federalismo Fiscal por las frecuentes crisis económicas que no han favorecido el crecimiento de la recaudación de los ingresos públicos y que han propiciado una expansión del sector informal que favorece una mayor evasión fiscal, y señaló que los ingresos tributarios se han estancado durante más de dos décadas en alrededor del 10 por ciento del PIB.
El especialista dijo, que los tres niveles de gobierno poseen algún grado de autonomía, en su capacidad para recaudar ingresos como en sus decisiones de gasto, por lo que deben practicarla para evitar la concentración excesiva de funciones en el gobierno federal.
Actualmente los ingresos propios de los estados representan 10 por ciento de los ingresos totales, el 90 por ciento restante corresponde a la Federación.
La mayor parte de los ingresos tributarios que obtienen los gobiernos de las entidades federativas proviene de la tenencia y el ISAN, así como de los impuestos locales sobre la nómina y el hospedaje.
El IMEF recomienda, que los Estados dispongan de mayores atribuciones impositivas, avanzar en el proceso de descentralización impositiva, explotar el impuesto predial, y garantizar que ningún nivel de gobierno pierda con las reformas fiscales.
Para el caso de México, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), recomienda incrementar los impuestos y el gasto público, y señala que existen fuentes de ingresos que no se han explotado adecuadamente, como ampliar la base gravable del IVA, eliminar algunos de los artículos con tasa cero e incrementar la recaudación por impuesto predial.
Según datos del Reporte de Competitividad Global 2008-2009 del Foro Económico Mundial, y del Índice General de Competitividad 2009 del Instituto Mexicano para la Competitividad, México decrece en sus niveles de competitividad, el IMEF se pronuncia por el fortalecimiento de la competitividad mediante el estímulo de la demanda interna elevando los ingresos y el poder de compra de los trabajadores, a través de acuerdos de compensación por resultados en las organizaciones del país.
Asimismo, se manifiesta por una reforma empresarial que conlleve la práctica de principios básicos para una adecuada dirección y control de las empresas.
Para lograr el crecimiento productivo de las organizaciones, los empresarios deberán invertir no sólo en infraestructura sino también en innovación, capital humano y tecnología de información y comunicación, así como propiciar la implantación de las mejores prácticas.
Por su parte, el Gobierno mexicano debe llevar a cabo las reformas estructurales que le corresponden, mismas que buscan minimizar los riesgos, dando mayor certidumbre y mejores condiciones para consumidores e inversionistas, dijo.
Por otro lado, el presidente del organismo, Pedro Núñez Rodríguez, se pronunció por brindar solidez a las finanzas públicas, impulsar el crecimiento y mejorar la competitividad, y habló de la urgencia de reformas estructurales que ofrezcan soluciones de largo plazo.
Salvador Guerrero