El flujo de caja constituye un indicador importante de la liquidez de una empresa que permite por ejemplo analizar la viabilidad de proyectos de inversión así como la rentabilidad o crecimiento de un negocio, por ello resulta tan importante aprender a leer y administrar este concepto.
American Express en su área de pequeñas y medianas empresas señala que para mantener un flujo de caja equilibrado hace falta involucrarse en casi todos los aspectos del negocio, desde supervisar las cuentas por cobrar y prorrogar líneas de crédito hasta administrar el inventario.
“La esencia de una administración exitosa del flujo de caja es controlar el flujo de dinero hacia la empresa y desde la empresa. El aumento del flujo de caja reduce el monto de capital fijo que se requiere para mantener el equilibrio de la empresa. Un flujo de caja mayor y constante también genera un patrón comercial predecible, lo que facilita la planificación y fijación del presupuesto necesario para el crecimiento futuro”.
Con base en lo anterior propone 10 recomendaciones para aumentar el flujo de caja:
• Organizar el programa de facturación. Cuanto más rápida sea la rotación de las cuentas por cobrar, mayor será el capital que se podrá invertir en el crecimiento de la empresa. Para poder facturar antes y con mayor frecuencia, se puede usar un programa de facturación con un software de contabilidad, programa puede clasificar de forma automática las cuentas por cobrar según su antigüedad y permite emprender acciones inmediatas ante el vencimiento de las cuentas.
• Aplazar las cuentas por pagar hasta la fecha máxima permitida. Hacer uso del plazo máximo que conceden los proveedores, pues estos plazos equivalen a una línea de crédito sin intereses que facilitan el contar con suficiente tiempo para obtener el dinero de las cuentas por cobrar sin necesidad de incurrir en el gasto que involucran las líneas de crédito de corto plazo.
• Aprovechar los incentivos que se ofrecen para los pagos adelantados. Si los proveedores proponen un descuento por pago adelantado no hay que dejar pasar esa oportunidad. Para ejemplificar un 2% sobre una factura a 30 días equivale a una ganancia de un 24% anual, si se invirtiera esa cantidad. Si los proveedores no ofrecen ningún tipo de incentivo, sugiérelo es posible que estén dispuestos.
• Equilibrar la base de clientes. Muchas empresas profesionales y de servicios operan con algunos clientes sobre la base de proyectos, una opción es buscar la forma de transformar la relación con esos clientes en una relación basada en la iguala de honorarios, es decir, que paguen una cantidad determinada mensual por un número específico de servicios. Es mejor si se ofrece algún tipo de incentivo, como servicios de valor agregado o un descuento, para que acepten operar sobre esta base. Con este sistema se puede bajar el margen de utilidades, pero es posible predecir el flujo de caja en forma más exacta.
• Revisar la estructura de fijación de precios. Muchas empresas pequeñas se rehúsan a aumentar sus precios por temor a perder clientes, sin embargo, los clientes de hecho esperan que sus proveedores introduzcan pequeñas alzas periódicas en los precios. Asimismo, es importante verificar los precios de la competencia con cierta regularidad.
• No operar con un único proveedor. Se puede ahorrar dinero si opera con varios proveedores. Evalúa en qué casos debe pagarse por el servicio agregado y cuándo se puede ahorrar dinero al pagar el precio de productos básicos.
• Establecer una cooperativa de compras. Ahorrar en insumos al agruparse con otros colegas para comprar artículos, como papel de impresora al por mayor cuyo costo se distribuye en forma proporcional.
• Renegociar pólizas de seguro y otros servicios. Una vez al año solicita tres cotizaciones para asegurarte que estás obteniendo el mejor producto.
• Reducir el inventario. Ajusta periódicamente la rotación del inventario para asegurarte de cumplir con las normas del sector, por ejemplo al calcular el índice de rotación y evitar comprar más de lo necesario. Además verificar periódicamente el inventario para buscar los productos vencidos o antiguos y posponer los próximos pedidos para deshacerse de ellos o incluso venderlas al costo para recuperar liquidez.
• Considera arrendar en lugar de comprar. El arrendamiento por lo general tiene un costo más alto que la compra, sin embargo, estos costos mayores con frecuencia se ven justificados por beneficios en el flujo de caja. Al arrendar equipos de computación, automóviles u otras herramientas necesarias para la expansión de la empresa, evitas la inmovilización de capital o la obtención de líneas de crédito que puedes destinar con más provecho a las actividades diarias de la empresa. Por otra parte, los pagos por concepto de arrendamiento se consideran un gasto comercial, de manera que los beneficios tributarios se mantienen aunque no se realicen compras.
Ariadna Cruz