Todo empresario exitoso lo sabe: el secreto para convertir a una empresa en un negocio rentable es la innovación, sin embargo, al pensar en el caso de las MiPyMEs esto podría resultar desalentador, ya que suena como algo demasiado complicado y costoso, por lo cual vale preguntarse ¿cómo pueden los negocios tradicionales incorporarse a esta dinámica para lograr su crecimiento?
Antes de contestar la pregunta, es necesario plantear claramente el significado e implicaciones que tiene dicho concepto, para evitar nociones erróneas que pudieran limitarnos en su aproximación:
Cuando hablamos de INNOVACIÓN empresarial, nos referimos a la aplicación novedosa de conocimiento, dirigida a mejorar o generar nuevos productos, servicios, procesos productivos o sistemas, con el fin de mantener o incrementar el nivel competitivo de un negocio.
Con base en tal definición podemos inferir que no todo es realizar grandes inversiones o tener que recurrir a especialistas de alto rango pues, como bien explicó el ingeniero Jorge Peralta García, director general del Centro Panamericano de Investigación e Innovación, “innovación implica pensar distinto, plantearse con claridad a dónde se quiere ir, cuáles son los clientes a los que se pretende servir y cómo se logrará”.
Por eso, no importa cuán grande o pequeña sea una empresa, lo fundamental es el ingenio y conocimiento del mercado que se tenga, pues incluso existen personas que sin haber recibido la más mínima educación en temas administrativos o de marketing, han desarrollado productos exitosos.
Así, en la conferencia titulada Herramientas de Innovación para las PYMES, Peralta García citó un esquema básico mediante el cual se puede iniciar el proceso de innovación en cualquier empresa tradicional:
– Mercado. Este es el primer paso que se consigue preguntando al cliente qué producto o servicios requiere, cuáles son sus gustos, cuánto está dispuesto a pagar por ellos, etc. Igualmente es necesario investigar a la competencia, qué productos le funcionan mejor, cuáles son sus carencias, fortalezas y debilidades, etc.
– Estrategia comercial. Habiendo completado el estudio de mercado, lo siguiente es llenar las lagunas, responder a las demandas del cliente, diseñando productos o servicios que ofrezcan las características y variedad requerida.
– Procesos. Antes de materializar el producto o servicio diseñado, es necesario tomar en cuenta algunas variables que permitan medir sus ventajas y desventajas:
Calidad ——- Costo
Cantidad —– Tiempo
Lo ideal sería conseguir mayor calidad y cantidad a menor tiempo y costo, pero, siendo objetivos debemos reconocer que eso muy pocas veces ocurre. Así, “es importante que el empresario se esfuerce por encontrar un equilibrio y, si no es posible, al menos procurar que de fracasar el servicio o producto, sus efectos sean los menos negativos”, indicó el ingeniero.
– Personas. En este rubro, para beneficiar a la innovación siempre será necesario capacitar a los trabajadores de la empresa para que ellos mismos sean fuente de ideas novedosas.
– Control y procesos de gestión. Muchas veces el crecimiento de un negocio se estanca por los mismos directivos que se aferran a hábitos y costumbres caducos o generan un ambiente adverso para la expansión empresarial. Cuando una situación parecida se genera es importante analizar: ¿Qué tipo de empresario eres? y ¿A qué cliente debes enfocarte?
Para finalizar, Jorge Peralta García hizo una última recomendación a los dueños de MiPyMEs, “cuando les empiece a ir bien con un nuevo producto, comiencen a pensar en el siguiente”, ya que tras alcanzar la cima de beneficios, inmediatamente comienza el declive.
Karina Hernández Barrera