De acuerdo con la firma financiera el Paquete Económico 2011 presentado por el Gobierno Federal al
Congreso resultó sin cambios sustanciales en el actual esquema recaudatorio y su marco macroeconómico es cercano al del consenso de analistas. La ausencia de modificaciones estructurales en la elaboración del programa económico 2011, responde al hecho de que no existen las condiciones para modificar la actual estructura tributaria (los partidos de oposición tienen mayoría en el congreso). Por otro lado, el marco macroeconómico del gobierno para el 2011 incorpora proyecciones parecidas a nuestro escenario base y al del consenso de analistas.
El gobierno propone una política fiscal para el 2011 marginalmente expansiva aunque en menor grado que en el 2010. Se pretende un déficit tradicional de 0.3% del PIB sin incluir la inversión de
PEMEX (2.3% incluyéndola). Dicha estimación incorpora un crecimiento real tanto en el ingreso de
3.0% como en el gasto (1.4%). Aunque el avance propuesto del gasto público es moderado, marca un deterioro de la inversión pública en el 2011. La ligera disminución del déficit respecto al esperado para 2010 (0.7% y 2.7% con la inversión de PEMEX) no anula todavía el impulso al crecimiento. Asimismo, el déficit amplio de 2.7% del PIB para 2011, por debajo de la estimación para 2010 de 3.2%. Con estos déficit, la Secretaría de Hacienda estima que el nivel de la deuda pública amplia se ubicará en 36.8% del PIB en 20101, para después disminuir ligeramente hasta 36.6% en el 2011.
El panorama de los ingresos es moderadamente optimista. El crecimiento esperado de los ingresos aumentaría 3.0% con respecto a lo estimado para el 2010. Se espera que los tributarios no petroleros muestren un sólido avance de 7.3%, con lo que alcanzarían un nivel histórico de 10.3% del PIB. Si bien consideramos que podría estar sobre estimado el último dato (la elasticidad de la recaudación al PIB propuesta es de 1.9, muy arriba del promedio histórico cercano a la unidad), una mayor eficiencia recaudatoria que aumenten los ingresos entre 0.2% y 0.3% del PIB hace factible este escenario.
Asimismo, el precio del petróleo aplicando la fórmula oficial incorpora una estimación de 63 dólares por barril (d/b). Cabe notar que esta premisa es sensiblemente más baja que nuestra expectativa actual de 73 d/b, lo cual en nuestra perspectiva ofrece un margen de maniobra en el ejercicio del presupuesto.
Frente a la propuesta oficial de un presupuesto sin cambios tributarios, está la posibilidad de que se apruebe una baja del IVA (de 16% a 15%), restando sustentabilidad a las finanzas públicas. Le asignamos una probabilidad moderada. El PRI propone bajar un punto porcentual del IVA. El PRD se ha pronunciado a favor de esa medida. La baja del IVA significaría alrededor de 35 mmp menos en la recaudación del 2011, 0.25% del PIB. La cual puede ser compensada mediante varios mecanismos (reducción del gasto, aumento en precios de las gasolina, etc). Por ello, estimamos que en el corto plazo tendría poco impacto la medida, pero en el mediano y largo plazos la sustentabilidad de las finanzas públicas sí se vería afectada.
Alberto Gómez Alcalá, analista de Banamex