Invertir en tecnología e innovación y desarrollar un plan de negocios son elementos que han demostrado llevar a las pequeñas y medianas empresas al crecimiento en el contexto económico mundial, de acuerdo con el Análisis para el desarrollo estratégico de la PyME.
El análisis efectuado por investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y de la EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey, reveló que en México las PyMEs tienen una antigüedad promedio de 16 años, la mayor parte son de tipo familiar (67.2%) y el resto están conformadas como sociedad.
El estudio entrevistó a dueños y altos directivos de este sector gracias a lo cual concluyó que las personas al frente de estos negocios tienen un promedio de edad de 47.6 años, la gran parte de ellos con estudios universitarios.
Impulsado también por la Fundación para el Análisis Estratégico y Desarrollo de la Pequeña y Mediana Empresa (FAEDPYME), el análisis deja ver que los PyMEmpresarios tienen expectativas favorables de empleo, ventas y clima empresarial general, dado que 52% de los encuestados señalaron que mantendrían su nivel de empleo actual, mientras que el 43% espera ver crecer sus ventas.
Las PyMEs son esenciales en la economía del país pues generan empleo y contribuyen al Producto Interno Bruto, por desgracia, de acuerdo al estudio no han alcanzado un nivel de competitividad suficiente como para posicionarse en el mercado global, ni para integrarse plenamente como proveedores de grandes empresas.
Entre los elementos que frenan su desarrollo están el que sólo el 44% lleva a cabo procesos formales de planeación estratégica y únicamente 14 % cuenta con un certificado de calidad, a pesar de que en lo referente a aspectos tecnológicos, la mayoría de las empresas manifestaron contar con una tecnología sostenible y buena.
Dado lo anterior los impulsores del Análisis para el desarrollo estratégico de la PyME en México proponen algunos lineamientos para mejorar la competitividad de estas empresas:
– Mejorar el ambiente empresarial de las PyMEs fomentando acuerdos de cooperación, incrementando la inversión en infraestructura y la obtención de certificaciones de calidad.
– Generar mayor información sectorial que permita una mejor toma de decisiones.
– Incrementar y fortalecer los parques tecnológicos y clúster, identificando claramente las vocaciones de las regiones.
– Fomentar la creación de unidades o centros de atención especializados que capten, analicen y administren la información relacionada con capacitación, financiamiento, entre otras áreas de interés.
– Continuar con el fomento de programas y políticas para la exportación y el financiamiento.
Algunos de los puntos anteriores ya fueron aplicados con éxito en países como España, Italia, Brasil y Corea del Sur donde las PyMEs han demostrado ser un motor del crecimiento.
Ariadna Cruz
Información relacionada
[tubepress views=”false” title=”false” length=”false” video=”A-HNd0UIxaY”]