En diversos países del mundo, las empresas están dándole más peso a su posible aporte en el cuidado del medio ambiente; sin embargo, no sólo hace falta que éstas se muestren como responsables frente a sus clientes, socios o competidores, sino que es fundamental que sea real, en otras palabras, que exista una concientización individual y grupal permanente en las organizaciones, ya que son el motor de la sociedad moderna.
Es por lo anterior, que la preocupación por este tema está siendo abordada a nivel mundial, prueba de ello es que la Organización Internacional de Estándares estableció la norma de carácter voluntario ISO 14.000, la que vela por la gestión ambiental en las empresas de todo el mundo.
Las compañías que se han adherido a esta norma han comprendido que tienen la obligación ética y el derecho -en su calidad de agrupación de ciudadanos- de generar y fomentar medidas que protejan el medio ambiente, de cualquier forma que considere necesario, ya sea informando e instruyendo a sus empleados en el tema, tomando conductas de ahorro energético, evitando la contaminación, entre otras cosas, con el objetivo de ser un real aporte en términos del cuidado de nuestro entorno natural.
Sin embargo, quedan aún miles de compañías que no han asumido un rol en el cuidado del medio ambiente, ya sea por razones de costo, antipatía o poco interés por el tema, dejando de lado su gran importancia como agente efectivo, en otras palabras no toman en cuenta que poseen un tremendo potencial para hacer una diferencia sustantiva. Y por otro lado, dejan pasar una oportunidad para su propio negocio, pues podrían utilizar esto en beneficio de sus grupos de interés, por ejemplo reduciendo sus impactos negativos y desarrollando medidas de responsabilidad social empresarial.
Algunas de las prácticas que pueden utilizar las empresas para colaborar con el medio ambiente pueden ser:
• Reducir el consumo de recursos no renovables como son papel, envoltorios o plásticos
• No gastar más agua de la necesaria
• Reutilizar los objetos y evitar aquellos que sean de “usar y tirar”
• No gastar tanta luz
• No utilizar aerosoles
• Arreglar, si es posible, los objetos rotos y/o dárselos a otras personas, si estos pueden seguir siendo útiles
• Poner a cargar la laptop o celular mientras trabajan
Margarita Chico, Directora General de Trabajando.com México, señala que “el respeto al medio ambiente es una actitud ética en el consumo y ética empresarial. La sociedad hoy necesita y demanda un ambiente digno para vivir, y el desarrollo económico, debe ir a favor de esta necesidad. Es tan simple como reciclar el papel, reducir el consumo de electricidad, cuidar el agua, entre muchas otras cosas, cada trabajador puede aportar en ello. No se debe olvidar que las compañías también consumen recursos naturales”.
Ariadna Cruz
Información relacionada
[tubepress views=”false” title=”false” length=”false” video=”4Q5SbjHu5Fs”]