En su décimo séptima edición el Barómetro de Empresas, que es el estudio desarrollado por Deloitte México destaca que por primera vez, después de un largo periodo, éste primer trimestre del 2011 los empresarios valoraron positivamente todos los aspectos del desempeño del Gobierno.
Cada uno de ellos, es decir, mantener la inflación bajo control, mejorar la infraestructura, crecer la economía, reducir el desempleo, reinsertar México en el mundo, mejorar educación y reducir la inseguridad-, merecieron el reconocimiento de los entrevistados avanzando en promedio 2.5 puntos en comparación con el trimestre anterior.
Ciertamente falta un largo camino por avanzar y aunque algunas de las calificaciones continúan siendo reprobatorias, el avance mostrado revela optimismo entre los directivos en relación con la eficiencia del gobierno para resolver aquellos temas prioritarios para México y la sociedad en su conjunto.
Mención aparte merece el desempeño del Gobierno en el control de la inflación. Durante 5 trimestres consecutivos ha mejorado su valoración, alcanzando en marzo de 2011 el nivel más alto desde el inicio del Barómetro de Empresas: 82 en la escala de 0-100.
Esta percepción es coincidente con la apreciación de trimestres anteriores: la inflación ahora no se observa como amenaza para la economía de México en opinión de los directivos. Sus expectativas acerca de este fenómeno se han modificado. Por ejemplo, en marzo de 2011, sólo 4.0% pensaba que la inflación en 2011 estaría por arriba de 5% anual, cifra menor que tres meses antes. Sin embargo, conviene hacer una precisión en torno a las expectativas para 2012, aunque ahora son mejores que en diciembre de 2010, son menos uniformes.
El tipo de cambió presenta una evolución ya que los ejecutivos se dieron a la tarea de revisar sus pronósticos. Los resultados de este ejercicio arrojaron que en septiembre de 2010, una importante mayoría (60.5%) decía que, 12 meses después, el precio del dólar estaría por arriba de 13 pesos, mientras que en marzo de 2011, sólo una minoría (10.5%) pensaba así, lo que lleva a un 89.5% de participantes a verlo por debajo de la franja de los 13 pesos. El cambio es sustantivo y la confianza de los ejecutivos parece tomar nuevos bríos y apuntar hacia previsiones más optimistas en esta materia.
Estos elementos contribuyen al reconocimiento de los cambios positivos en todas las variables del entorno de las empresas. Conviene destacar de manera especial el avance sustantivo que ofrece la visión actual de los directivos, especialmente si se le compara con años anteriores (78 versus 66 en marzo de 2010 y 58 en marzo de 2009).
En contraposición, las expectativas de los directivos en relación con su entorno económico dentro de un año aunque mejoraron, el avance no es tan impresionante en comparación con diciembre de 2010. Parece haber precaución. Posiblemente pueda atribuirse a que su juicio acerca de la inseguridad ha influido en estas apreciaciones, y aún no le permite modificar sus previsiones sustancialmente.
De hecho, Barómetro de Empresas Deloitte continúa identificando a la inseguridad (factor interno) como la amenaza principal para la economía mexicana. Esto opinan los ejecutivos. Lo mismo dicen los economistas del sector privado consultados mensualmente por el Banco de México. Así lo revela también la Encuesta Continua sobre la Percepción de la Seguridad Pública. En febrero de 2011 sólo 17.7% de las personas que participaron en el sondeo pensaba que la seguridad pública en México sería mejor o mucho mejor dentro de 12 meses, de tal manera que el mayor porcentaje se siente frágil en términos de seguridad.
Sin embargo, conviene destacar que no obstante que el resto de los factores perdieron relevancia frente al embate de la inseguridad, en el último trimestre los desacuerdos políticos en nuestro país, no pasaron desapercibidos para los directivos de las empresas. Tanto es así que la valoración que le concedieron como obstáculo para el desarrollo económico en los meses por venir, pasó de 16 en diciembre de 2010 a 21 en marzo de 2011, posiblemente influidos por las discusiones frente a una eventual alianza entre partidos para las próximas elecciones en el Estado de México.
Los valores y los resultados de las empresas
A juicio de los ejecutivos los dos principales motores de la competitividad relacionados con los comportamientos éticos son una Mayor confianza en los inversionistas/accionistas y el Fortalecimiento de la lealtad y el compromiso del personal.
Después, pero en un segundo nivel, los directivos consideran que los valores de la organización inciden positivamente en la Protección y el fortalecimiento de la marca, en la Mayor credibilidad frente a las entidades financieras y en Mejores relaciones con los proveedores.
Finalmente, sólo la mitad de los participantes reconocen alguna influencia de los valores sobre el Aumento del rendimiento financiero de la empresa, Mayor lealtad del consumidor hacia el producto o servicio y la Atracción de nuevos consumidores/clientes.
Staff pymempresario
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