México ya se destaca por la calidad de animación que está produciendo, y aunque aún no es líder en la industria, las pequeñas empresas tienen en su poder la oportunidad de crecer en el extranjero y consolidar al país como un destino para crear proyectos conjuntos o totalmente nacionales.
Los pequeños estudios de animación deben saber que para atraer grandes clientes, no es necesario tener a decenas de expertos trabajando, Raúl Carbó, director de In Efecto, un pequeño estudio de animación ubicado en Montpellier, Francia, en el que laboran 10 personas, ha conseguido revitalizar la imagen de las mascotas de trasnacionales como Michelin y Bic a través de la animación 3D.
Durante el CROMAfest el especialistas afirmó, “la relación laboral entre un pequeño estudio y una gran empresa es equivalente al de un barco remolque con un gran transatlántico, dependiendo la dirección que le dé la pequeña empresa a los proyectos encargados por el gran cliente hablaremos de un éxito o fracaso”.
Esta empresa es un ejemplo de que aún los estudios pequeños pueden ganar grandes proyectos, siempre ofreciendo calidad y entendiendo las necesidades del cliente.
Un consejo adicional que compartió Raúl Carbó es ofrecer una maqueta de prueba gratis para mostrar el trabajo al prospecto y así atraer su atención, en este caso cuidando que se aporte algo nuevo, aunque aclaró que esta estrategia no se hace con todos los clientes, sólo con los que se consideren importantes.
El desarrollador habló de otros elementos que lo han llevado al éxito como el evitar trabajar en núcleos estresantes, como las grandes ciudades, y tener una estrategia frente a la competencia como ofrecer la mejor calidad, en tiempo y precio.
Asimismo y contrario a lo que pudiera suponerse, el especialista afirmó desear que su estudio permanezca pequeño, ello para tener una mayor interacción con el cliente y así poder darle un servicio casi personalizado y directo “a pesar de nuestro tamaño no podemos acomplejarnos ante un gran cliente”.
Y agregó, “con estos fundamentos se podría iniciar la caza del cliente, así como poner las reglas de trabajo que van desde tener diseñadores que busquen comunicar sus ideas con frescura y mantener una buena organización para generar confianza, hasta contar con un software adecuado que no frene la creatividad del diseñador”.
Bajo la misma línea, aquellos desarrolladores que desean llevar su talento al extranjero deben realizar notas de dirección para que el animador entienda lo que el director busca expresar visualmente con el personaje o la animación, ya que en muchas ocasiones el producto final parece ser plano y sin las emociones a destacar, aunque esto se logra principalmente con un buen trabajo de preproducción, en el cuál se le darán los matices deseados a la película.
El anterior fue uno de los consejos de especialistas de Anima Studios quienes han colaborado en coproducciones como “Don Gato”, “La Leyenda de la llorona” y “Mr. Magoo”, y cuya experiencia en el área se inició con estudios canadienses.
La tarea no fue sencilla pues debido a la diferencia de idiosincrasia, muchas de las ideas que se deseaban expresar en la animación no se entendían. En ese sentido señalaron que es mejor buscar trabajos en coproducciones con extranjeros que recuerden que una sociedad con ellos va más allá de ser una simple sociedad de capitales, y abarca también aportaciones creativas.
Ariadna Cruz
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