Contar con información adecuada en el momento preciso puede ser la diferencia entre el cierre de un buen negocio o perderlo, por ello los servicios de “la nube” se vuelven cada vez más atractivos para las empresas, no sólo para las grandes sino también para las pequeñas y medianas que buscan alcanzar un crecimiento rápido sin que el proceso les signifique una inversión insostenible.
El cómputo en la nube se refiere a una nueva forma de proveer servicios de TI con menores costos incrementando las capacidades de almacenamiento, flexibilidad y movilidad por medio de la red. A través de la contratación de servicios tercerizados de TI, las empresas pueden administrar con más eficiencia sus recursos asignándolos a proveedores especialistas que les permitirán, al mismo tiempo, aprovechar al máximo los beneficios del cloud computing.
Sin embargo, una duda puede rondar al momento de decidir qué nuevas tecnologías adoptar para eficientar el negocio: ¿es en verdad la nube adecuada para mi empresa?
Para responder a esto, es necesario pensar en función de varios factores, pero principalmente en: tamaño de la empresa, personal, presupuesto disponible y momento para adoptarla.
Conocer las dimensiones reales de la empresa y sus alcances, es muy importante para tener una noción clara del volumen de información que maneja y poder identificar los servicios y datos que se pueden alojar en la nube. Si bien las grandes empresas son las que comenzaron la expansión del cómputo en la nube, las medianas y pequeñas se pueden ver más beneficiadas con estos servicios pues al virtualizar su información evitan la inversión en infraestructura física y la adquisición de grandes espacios necesarios para ubicar data centers y servidores.
Esta etapa será fundamental para que la empresa tome la decisión definitiva sobre cómo necesita construir su nube, ya que puede optar por mantener protegida toda su información con seguridad que el proveedor haya desarrollado y reforzándola con mecanismos propios como un firewall. Un ejemplo de esta nube interna o privada se puede aplicar a empresas que manejan datos financieros o legales exclusivamente ya que se trata de información de alta importancia, sensible por su naturaleza y determinantes para el buen funcionamiento no sólo del negocio propio sino de los clientes.
Un segundo tipo de nube es abierta, donde la información se aloja en algún lugar externo a la empresa y se tiene acceso a ella mediante la Internet utilizando una identificación previa al conectarse por dispositivos móviles como laptops, netbooks y smartphones. Es recomendable que en este tipo de nube, se coloque información que no esté íntimamente ligada al negocio y que sea pública por ejemplo hojas de datos, precios y listas de disponibilidad de los productos, datos que pueden ayudar a un vendedor a cerrar un contrato proveyendo información adecuada, real y oportuna a los clientes que trata.
Es importante mencionar que los tipos de nube mencionados hasta ahora no son excluyentes entre sí, es decir, se pueden mantener las dos nubes trabajando en conjunto, lo que ayudará a las empresas a tener control sobre sus datos más importantes mientras que la información de la operación cotidiana o necesaria en momentos clave, “viva” en la nube pública. Un ejemplo de la nube híbrida, que une aplicaciones resguardadas y públicas, podría implementarse en una empresa de servicios donde en la nube privada se tengan resultados financieros, ganancias y documentos legales, mientras que en la esfera pública se encuentre información sobre los servicios que ofrece la empresa así como detalles de cobertura de estos.
Si la organización cuenta con un equipo o departamento especializado en TI, la migración de datos de los equipos hacia la nube puede ser más fácil, ya que se contará con expertos familiarizados con la información para poder clasificarla, ubicarla y administrarla. Se aconseja que un primer paso dentro de la adopción del cómputo en la nube, sea un ambiente privado para que los usuarios se familiaricen con el ingreso a la nube así como a la búsqueda y protección de la información y después, como segunda etapa, buscar una nube pública en su totalidad o combinarla para formar un ambiente híbrido.
Si en su empresa no cuenta con personal de TI, consulte los servicios que los proveedores brindan pues actualmente ofrecen un amplio portafolio de servicios que van desde la asesoría técnica hasta la implementación y mantenimiento de la nube. Cabe señalar que cada vez más los proveedores de servicios administrados incrementan sus estándares de seguridad, por lo que el especialista de TI de la empresa fungiría como un vigilante extra en el resguardo de la nube.
Ahora, hablando de presupuesto se debe tener en cuenta que los beneficios no sólo se cuantifican en términos de inversión para espacios adecuados y equipos tecnológicos, sino también en la puesta en marcha de una mejor administración de los mismos, pues se reasignan a los expertos en servicios administrados, se ahorra energía y se automatizan procesos.
Otro punto a considerar para maximizar la inversión es que la contratación de proveedores elegidos para administrar estos servicios, deben tener un enfoque 100% dedicado al cliente para entender las necesidades de los usuarios y de esta manera construir una nube verdaderamente moldeada al giro, tamaño y requerimientos de la empresa. Así mismo, deben de proveer soluciones basadas en estándares y cuenten con políticas de seguridad para la operación de dichos servicios.
Una de las opciones que permitirá a los adoptadores de la nube elevar su productividad es el trabajo con información aún sin contar con conexión, es decir, acceder a datos o a información que trabajando independientemente de la red, una vez conectado de nuevo, las aplicaciones se sincronizan y guardan los cambios realizados desde la última conexión.
Finalmente, el proceso de adopción de la nube no es a corto plazo, pues lo más recomendable es iniciar la migración de datos y aplicaciones con menor riesgo hacia la nube interna, una vez que los usuarios han logrado encontrar los beneficios de este proceso, el siguiente paso será mover de nuevo la información a una nube pública para que, a través de dispositivos móviles, tengan acceso a ella a través de la autenticación con la nube.
Tomando en cuenta estas consideraciones, las empresas pueden continuar con sus actividades encaminadas al mejor servicio a sus clientes a la vez que aumentan su potencial y capacidad de respuesta utilizando tecnologías de la información creadas especialmente para ajustarse a sus necesidades.
Para mayor información sobre los beneficios de adoptar soluciones de cloud computing, ingrese a: http://www.intel.com/es_es/business/itcenter/cloud/index.htm
Jorge Gómez, Director de Negocios de Intel México
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