Cuando se trata de tecnología es bien sabido que el costo de adquisición es sólo una mínima parte comparado con lo que implica darle mantenimiento, elemento que resulta ser uno de los servicios más costosos para las compañías. De acuerdo con Praxis, empresa mexicana consultora en soluciones de TI, la cantidad dedicada al soporte puede alcanzar hasta un 90% del presupuesto que las empresas destinan a TI.
La razón principal por la que los costos se elevan se debe a que dentro del negocio se actúa de una forma reactiva, es decir que se solucionan los problemas conforme se van presentando y no se atacan los problemas de raíz, por ende el personal se ocupa sólo de apagar pequeños fuegos, en lugar de tener tiempo para proyectos nuevos o actividades realmente alineadas a los objetivos de negocio.
Para revertir esta tendencia algunas empresas optan por contratar a un tercero que se encargue del soporte, pero si no se elige con cuidado a un proveedor que cuente con la capacitación, infraestructura y certificaciones apropiadas, se puede caer en el error de aumentar procesos que no resuelven el problema del todo y que sólo dan a la empresa una escasa reducción de costos.
“En empresas que no realizan planes de mantenimiento basados en análisis costo-beneficio, entre 70 y 80% del tiempo de mantenimiento se emplea tan sólo en entender el código”, declaró Elsa Ramírez, Directora de Tecnología y Calidad de Praxis.
Esta situación es común en las compañías aunque desgraciadamente las PyMEs lo enfrentan en mayor proporción pues no han participado activamente en el uso de herramientas tecnológicas para mejorar su productividad, aun cuando está comprobado que la inversión en TI es un habilitador para el crecimiento de una empresa pues la vuele más competitiva.
De acuerdo con datos de la consultora IDC el gasto mundial que las PyMEs hacen en TI se incrementará un 5.5% durante el período 2010-2014, ante este panorama la empresa Praxis decidió transformar su modelo de Solution Center (SC) a Solution Center 2.0, que provee a este sector una solución integral.
El SC 2.0 incluye infraestructura, personal capacitado, y certificaciones de calidad, su objetivo es alinear la operación del área de sistemas con los objetivos estratégicos de la empresa y soportar su crecimiento e innovación.
Bajo este esquema las empresas pueden registrar ahorros en puntos como el mantenimiento de sus sistemas pues se trata de una plataforma de servicios bajo demanda.
“Nuestra propuesta es poner a disposición de cada PyME la misma calidad en servicios inteligentes, de acuerdo con sus necesidades particulares, pero bajo un esquema en el que puedan acceder a ellos sin necesidad de hacer grandes inversiones económicas”, agregó Elsa Ramírez.
Ariadna Cruz