Tener una conciencia del gasto no es suficiente para lograr ahorros a largo plazo, para ello se debe construir una cultura que involucre en los …
A menudo no entendemos conceptos económicos de los cuales depende nuestro negocio tales como gasto, costo, pago e inversión, aunque tienen similitudes que a menudo generan confusiones que conviene evitar.
Para todas las empresas lo más importante es aumentar sus ventas y verlas reflejadas en su crecimiento y desarrollo, no obstante todos sus esfuerzos, en ocasiones dejan perder oportunidades por no realizar un análisis de las áreas en las que podrían mejorar, como en el caso de su gestión de gastos.
Hoy en día existe una oferta innumerable de herramientas tecnológicas, destinadas a mejorar el funcionamiento y administración empresarial; sin embargo, todas las ventajas que implican su uso han paso desapercibidas en la microindustria nacional, debido a la falta de capacitación para utilizarlas o por la creencia de que su adquisición implica un gasto mayor a los beneficios obtenidos.
Si dentro de las operaciones de tu negocio tienes una línea de producción es hora de avaluarla para aumentar su productividad y valor, esa es la misión del programa Manufactura Esbelta impulsado a través del Fondo PyME.
Debido a que empleamos dichas actividades de negocio para objetivos y en contextos similares, muchas veces confundimos los términos ahorrar e invertir. Si bien, existen aspectos que los vinculan, ambos también poseen características en las cuales podemos observar claramente sus diferencias y así, sacarles mayor provecho en beneficio de nuestro patrimonio.
Cuando se trata de tecnología es bien sabido que el costo de adquisición es sólo una mínima parte comparado con lo que implica darle mantenimiento, elemento que resulta ser uno de los servicios más costosos para las compañías. De acuerdo con Praxis, empresa mexicana consultora en soluciones de TI, la cantidad dedicada al soporte puede alcanzar hasta un 90% del presupuesto que las empresas destinan a TI.
En muchos casos una inversión de miles de dólares aparenta ser sólo un gasto en la operación de las empresas, en especial las de menor tamaño, pero si se sabe invertir la tecnología mejora los procesos y termina por pagarse sola.
Ya sea por falta de experiencia, emoción o descuido, cuando una persona está por arrancar un negocio, suele cometer errores que desde el inicio podrían establecer las bases de su quiebra, por fortuna, muchas de esas equivocaciones pueden evitarse realizando ciertas acciones.
Con el apoyo de Fondo Nacional de Apoyos para las Empresas Sociales (Fonaes) un grupo de mujeres Chinantecas se organizaron para emprender su proyecto productivo denominado Grupo de Trabajo La Esperanza, dedicado a la cría y engorda de ganado bovino, que hoy contribuye a detonar la economía local.