Cualquier persona que domina el proceso de la venta puede llegar a la independencia incluso siendo dueño de su propio negocio.
Todos los seres humanos generamos hábitos a los que nos acostumbramos, pero para seguir en el proceso de crecimiento siempre se requiere hacer un alto en el camino (cuando menos una vez al año) y ubicar el nivel en que se encuentra, que ha funcionado, que ya no funcionará en lo sucesivo, que se puede repetir y, que hay que dejar de hacer.