Existe un momento en la vida de todo ser humano en que es necesario dar un paso hacia la madurez para tener una mejor calidad de vida. Lo mismo sucede en el ámbito de los negocios. Para llegar a ser líderes que impacten positivamente en la economía, los microempresarios tienen que esforzarse por abandonar el estatus de emprendedores perpetuos en que se estanca la mayoría.
De acuerdo con el despacho de consultores Helios Herrera, el primer paso hacia la evolución es conocer la diferencia entre emprendedor y empresario. “El primero, es aquel que empieza, inicia, comienza un proyecto, el segundo es sinónimo de patrón, creador de empleos, líder social que impacta positivamente la economía” señala.
Para los emprendedores es suficiente con autoemplearse y, en el mejor de los casos, generar un par de vacantes, mientras los empresarios deben cumplir mayores exigencias, como apostar a la productividad de largo plazo y consolidar un proyecto que genere ingresos con, sin y a pesar de su presencia, indica la firma.
El problema que sucede con la mayoría de los microempresarios, continúa, es que al iniciar operaciones, invierten fuertes cantidades en infraestructura, tecnología, marcas, franquicias, etc., pero se olvidan de la capacitación y es entonces cuando empiezan los problemas.
Por ejemplo, en el área de recursos humanos: “al no tener técnicas mínimas de reclutamiento y selección, el empresario contrata “al que le cae”, y medio trata de explicarle qué y cómo debe hacer las cosas. El asunto es tan absurdo como tratar de contratar a un chofer que no sabe manejar y luego exigirle productividad” señala Helios Herrera.
Para evitar lo anterior, siempre que se contrate a un individuo es necesario capacitarlo, pues sólo de esa manera la empresa funcionará tal y como lo espera su dueño. Además, no sólo el empresario evaluará el desempeño de sus trabajadores, sino también los consumidores, que medirán cuán capaces son de ofrecer servicio y si no quedan satisfechos irán con la competencia.
Según datos de la Consultora, un colaborador mal o no instruido cuesta más del 20% de los clientes que atiende y no importará si recibe un aumento de sueldo para ser más productivo, ya que a falta de habilidades para desempeñar su labor, siempre ofrecerá resultados insuficientes.
Con todo esto sólo queda preguntar qué prefieren ser los dueños de microempresas: emprendedores o empresarios?
Karina Hernández Barrera
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