Al pensar en contratar un seguro, es habitual que las personas se muestren renuentes debido a su escasa o nula información. Esto ha provocado que el patrimonio de muchos mexicanos se encuentre altamente vulnerable: terremotos, incendios, robos, son amenazas latentes que en cualquier momento pueden acabar con los bienes reunidos durante años de esfuerzo. Por ello, vale la pena ahondar en el tema y reconsiderar la conveniencia de adquirir algún medio de protección.
El seguro es un mecanismo financiero cuyo propósito es proteger el patrimonio de los individuos o su capacidad adquisitiva en caso de que sufran un percance o siniestro. En otras palabras, el dinero pagado por un seguro representa una inversión para nuestra seguridad y tranquilidad, en una situación desafortunada.
Ante lo dicho surge una pregunta: ¿realmente conviene adquirir un seguro? Para saberlo utilizaremos un escenario hipotético, aplicando las características de un Seguro Básico de Responsabilidad Civil, que únicamente ofrece protección por los daños causados a otras personas y a sus bienes hasta por 250 mil pesos. Esto quiere decir que el usuario deberá pagar la compostura de su coche:
COLISIÓN CON UN TERCERO
-Daños del asegurado: Carrocería
-Daños del tercero: Carrocería
– Coche del usuario valuado en MN $171, 500
Detalles de gastos propios:
– Prima del seguro: $671.33
– Deducible: No aplica
– Reparación de vehículo: $15,000
– Gastos propios: $15,000
-Gastos del tercero: $199, 500
Características del asegurado:
– Prima anual
– Cobertura: responsabilidad civil
– Suma asegurada: $250,000
– Coche del afectado valuado USD$141, 950
Reparación de vehículo: $199,500
¿Con seguro?
Como se puede observar, el desembolso que se debería hacer sin estar asegurado sería de $214,500 pesos. Pero si se cuenta con protección únicamente habría que enfrentar los gastos del vehículo propio, más el costo de la póliza, lo cual, siguiendo el ejemplo, alcanzaría los $15,671 pesos.
Al comparar las dos cantidades totales, se puede notar que la diferencia es de casi 200 mil pesos, alcanzando un diferencial de aproximadamente el 1,1268%. Si el usuario cuenta con un seguro, pero no tiene recursos en el momento del accidente, puede reparar los daños de su vehículo cuando le sea posible, lo que no sucede en el otro caso, donde el dueño del vehículo afectado seguramente exigirá que reparen sus daños inmediatamente.
Seguros para bolsillos limitados
Los Seguros Básicos Estandarizados son una excelente opción si se cuenta con pocos recursos y nunca antes se ha contratado este producto. Su objetivo es que las personas tengan acceso a protección de bajo costo, con pocos requisitos y de forma sencilla. Existen cinco modalidades:
– Fallecimiento.
– Accidentes personales.
– Gastos médicos.
– Salud (con subtipo de salud dental).
– Responsabilidad civil para el caso de automóviles.
La mayoría de estos productos financieros son perfectamente comparables, es decir, que tienen las mismas características, beneficios y exclusiones; y se diferencian sólo en la calidad del servicio que ofrece cada institución y en el costo de la prima (es decir la cantidad que pagas por quedar asegurado).
Para saber cuál es la opción más barata se puede consultar y comparar las distintas opciones en el Registro de tarifas de Seguros Básicos.
Si se requiere contratar uno o varios seguros, la Condusef (Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de las Instituciones Financieras) sugiere:
> Confirmar que la institución y/o el agente financiero se encuentran legalmente registrado ante la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas.
> Revisar que todas las características y condiciones del seguro se encuentren estipuladas en el contrato (póliza).
> No contratar la primera opción: comparar precios, cobertura y beneficios adicionales.
> Revisar todas las exclusiones contenidas en las condiciones generales y/o endosos.
> Despejar cualquier duda con el agente y firmar hasta quedar completamente satisfecho con las características del producto.
> Pagar la póliza a nombre de la compañía de seguros; si se entrega dinero al agente, que sea contra recibo firmado por éste.
> Tener a la mano el contrato y llevar siempre los números a donde se debe comunicar en caso de siniestro.
Con información de CONDUSEF
Karina Hernández Barrera