Parte del futuro laboral en México dependerá en los próximos años de los profesionales que ocupan puestos como ‘freelance’, siendo parte de las formas de …
Cuando una PyME inicia operaciones pocas veces los empresarios se preocupan por el tema legal, cuando mucho se constituye como empresa ante la Secretaría de Hacienda y eso es todo, pero los riesgos de no estar legalmente protegidos son enormes.
Con el cierre de año vienen muchos compromisos y sobre todo planeaciones para los siguientes 365 días, ya hemos comentado la parte de la facturación electrónica, sin embargo un rubro importante que aqueja a las PyMEs es la parte legal viniendo de la nueva reforma laboral.
El outsourcing, tercerización o subcontratación llegó a México para quedarse; sin embargo, se deben establecer límites, pues el actual marco normativo del trabajo resulta insuficiente, expuso José Alfonso Bouzas Ortiz, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE).
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en febrero del presente año, se encontraron sin empleo, 2.57 millones de personas, equivalentes al 5.38% de las personas en edad productiva. Este rezago laboral que actualmente vive hoy nuestro país, es ocasionado por una carente reforma laboral flexible que excluye a las madres trabajadoras, jóvenes, discapacitados y adultos mayores, aunado a la falta de apertura en las empresas, por implementar esquemas laborales no tradicionales.
El actual proyecto de reforma a la Ley de Trabajo contempla nuevas modalidades de contratación para fomentar la formalidad de los trabajos temporales, hecho que permitirá a las empresas dar oportunidades a gente nueva sin enfrentarse después a problemas legales en caso de despido.
Actualmente la utilización de diferentes dispositivos tecnológicos forma parte fundamental del desarrollo de las relaciones de trabajo; sin embargo, la legislación laboral vigente no prevé regulación alguna para el desahogo de pruebas como los documentos digitalizados, correos electrónicos, registros dactiloscópicos, grabaciones de audio y video, firmas electrónicas o contraseñas y, en general, el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
La ineficiencia tienen su costo y éste se basa en aumentar costos y reducir la productividad, el reto es cambiarlas podría mejorar el crecimiento económico y el bienestar social, sobre salen en nuestro país dos reformas vitales para que las ineficiencias sean menores, la reforma laboral y la educativa. Desde hace algunos años ha habido intentos de cambiar la ley laboral lo sabemos, la tinta esta apunto de agotarse, vemos como el mercado de trabajo va a la baja y seguramente con la crisis se agudizara. Si el cambio mismo de la ley va a generar empleo, nos parece que esta no será la salida y la solución a la misma ya que hay mucho más factores que lleven a ser explicito en este contexto de la crisis en el empleo.