Las papelerías, misceláneas, talleres, kioskos o cualquier negocio que vende a granel o directamente a clientes encuentra en las Terminales Punto de Venta (TPV) una forma práctica de cobrar y no arriesgar el efectivo ante la ola de inseguridad; pero hasta el momento ninguna entidad financiera realiza un esfuerzo real por ofrecer una oferta comercial conveniente a los micronegocios.