Existen virtudes que pueden ayudarnos a vivir mejor en esta época moderna y tecnológica donde la prisa y el estrés son la experiencia de cada día. Una es la paciencia.
Se cuenta la experiencia de una madre con tres hijitas y un bebé, comprando los regalos de Navidad. La paciencia de la madre estaba llegando a su límite, pues cada vez que ella quería comprar algo las niñas la interrumpían diciendo: “Mami, mami…”.