Cuando un emprendedor decide que va a iniciar una empresa, una de las primeras decisiones que debe tomar es cuál figura jurídica elegir que le resulte más conveniente para sus intereses y para los fines para los cuales creó la empresa.
El pasado 13 de junio, la Secretaría de Economía publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto que da a conocer la “Miscelánea …
Éticamente, a cada ser humano desde su esencia personal y social se le invita a obrar con bien, buscando siempre el logro de sus objetivos, …
En México, existe una gran cantidad de negocios que funcionan con base en el trabajo de padres, hijos, conyugues, etc. Esto les provee características y necesidades distintas a las de una empresa o cooperativa, por ello el Gobierno Federal implementó el programa de Talleres Familiares, que establece obligaciones fiscales y requisitos de operación mínimos para dichas unidades productivas, y ordena la implementación de diversos apoyos para fomentar su competitividad.
Debido a que empleamos dichas actividades de negocio para objetivos y en contextos similares, muchas veces confundimos los términos ahorrar e invertir. Si bien, existen aspectos que los vinculan, ambos también poseen características en las cuales podemos observar claramente sus diferencias y así, sacarles mayor provecho en beneficio de nuestro patrimonio.
En México hay 5 millones 300 mil unidades económicas, el 99% de ellas son consideradas MiPyMEs aunque sólo 800 mil están conformadas como sociedades, es decir que se pueden llamar empresas formalmente. Las tiendas de abarrotes y la industria de alimentos y bebidas es donde se genera la mayor cantidad de empleo en el país sin embargo estas empresas no generan mucha riqueza pues en México hay un modelo económico basado en la gran empresa y por ende una brecha de competitividad muy grande.