Como en las etapas del enamoramiento entre las parejas, cortejar al cliente siempre representa una labor de convencimiento respecto a que nuestro producto o servicio es el mejor, obvio para después venderle constantemente, ¿pero qué sucede si el comprador se convierte en un exigente cliente que quiere más por el mismo precio? A continuación te compartimos algunos puntos que te orienten a evitar incomodidades y desgaste.